28.8.11

Solo para burlarme de pensamientos que tuve



Para aprender a cortarse las venas.

Material:

-Navaja, Tijeras, Cuchillo, Cúter… (Cualquier objeto punzocortante)
-10 Mil lágrimas almacenadas.
-Un cuarto vacío, y lleno de recuerdos.
-Una nota, un mensaje o una despedida.

Instrucciones:


1.-Siéntese, hínquese o acuéstese sobre el suelo.

2.-Haga en su mente una lista que contenga cada cosa que en vida le dolió. (Favor de incluir mentiras, decepciones, promesas y/o juramentos rotos, amores sin finales felices… etc.)

3.- Cuéntelos, y después, haga cortes uniformes a lo largo del brazo –o brazos- por cada inciso en su lista.

4.- Vuelva a repasar la lista, y remarque los que se le hayan quedado mejor grabados en la memoria (De preferencia los más lastimeros)

5.- Si lo resaltado fue:

Una mentira: Roce con constancia la vena, para igualar la lentitud con que las palabras matan.

Un amor sin final feliz o frustrado: Corte profundo, pero lento, para que las gotas de sangre por derramar igualen a las gotas de agua derramadas.

Una decepción por parte de un ser querido: Combine los dos pasos anteriores, para igualar la frustración, el dolor, y la desesperanza.

Una decepción por parte de usted: Entierre todo el objeto en forma firme y segura, para que la persona que mató a su alma mate a su cuerpo de la misma manera premeditada y cruel.

Recomendaciones:

-Entre cada corte, y cada recuerdo, procure derramar las lágrimas proporcionadamente. Así no le faltaran ni le sobraran para la hora de su muerte.

-Para un toque más trágico y dramático, procure esparcir gotas de sangre en toda la habitación (sin olvidar manchar la nota, mensaje, carta o despedida)

-Cite a un conocido al lugar de su deceso. Sin duda su muerte armara gran escándalo, y así, lograra captar algo de atención, aunque esto sea después de haberla necesitado.

-No lo medite demasiado. Así, el peso de la culpa lo aplastará despacio y escalonadamente.

-No se arrepienta. Si lo hace, agregará más dolor a su lista de pesares.

-Tenga motivos por favor (Aunque en realidad ninguno sea suficiente)


Feliz masacre le desea:
Su mente.