En un principio solo eran risas y verte de vez en cuando, pero después eso se transformo en algo más, algo inevitable. Ahí me asusté, porque era tan perfecto que solo podía pensar en que no era correcto por alguna puta razón. Me distancie, me aleje.
En un momento, después de tiempo, te viniste a mi cabeza y solo podía pensar en lo bien que la pasaba con vos. Hablamos, me dejaste entrar. Me enamoré.
Tus besos, tus caricias, la forma en que hacíamos el amor, te amaba, te deseaba, eras todo lo que quería en ese momento. Vos, yo, tu familia, la mía.
Viajamos y vimos que era lo que queríamos, estar juntos.
Tu chocolatada a la mañana, tu lado de la cama, tus ganas de vivir, dormir abrazada a vos, reírnos, las charlas nocturnas sobre todo y sobre nada, tu manera de conocerme y la forma que me dejabas amarte, tu amor por tu familia, por tus amigos, tomarnos una cerveza, reír, que no me dejes verte después de bañarte, verte jugar.
No quería ir a ningún lado, era con vos donde tenia que estar. Me deje llevar, me gustaba hacerte feliz. Ahora todo me viene en flashes, menos vos. Intento repasar todo, una y otra y otra vez para ver que fue lo que se nos escapó, porque siento que no di lo suficiente.
Siento que perdí el balance, no se si fue por perderte a vos, si no por perder todo lo que creía en mi. No la vi venir, me avergüenza decir que no me di cuenta que te sentías de esa forma. Creo que después de un tiempo voy a aceptarlo. Pero quiero entender si no me amas o si nunca lo pudiste hacer. Te perdí, nos perdimos pero nunca pierdas quien sos, porque de esa persona me enamoré.